Como decía mi abuela materna: "Las cosas... calenticas", os traigo recién salidas del horno las fotografías que he tenido la suerte de poder hacer esta mañana en el III Encuentro de Bolillos de Torrellano, organizado por la Asociación de Mujeres de Torrellano y la Asociación de Artesanas del Hilo de Torrellano. Ha sido todo un éxito. Ha hecho muy buen día y las bolilleras traen consigo tal cantidad de vistosas tonalidades que la plaza estaba alegre y colorida como nunca. Mi enhorabuena a las organizadoras y colaboradoras y ¡ánimo para preparar el 4º!
Éste es el cartel que han distribuido por todo el pueblo para anunciar el encuentro.
Y me ha encantado y me ha sorprendido encontrar también artesanos del hilo, tan aplicados o más que las mujeres.
Los escaparates de las tiendas que rodean la plaza San Crispín estaban repletos de preciosas labores terminadas. Una exposición digna de ser contemplada. Había de todo: abanicos, bolsos, ligas de novia, colchas, cuadros, prendas de vestir, cojines, tapetes, sombreros, bandejas, relojes, joyas y artículos de lo más original, todo confeccionado artesanalmente con encaje de bolillos, punto de cruz, patchwork y otras técnicas de bordado.
Un emotivo recuerdo para una compañera de las bolilleras de Torrellano que tristemente falleció hace unos días.
En la parte central de la plaza había múltiples puestecitos para poder comprar herramientas, material, patrones e incluso alguna labor ya terminada.
En el puesto que vemos sobre estas letras me ha comprado mi madre el bastidor que veréis al final de esta entrada del blog, para ver si así hago más cómoda mis labores de punto de cruz. El señor que nos ha atendido nos ha explicado muy amablemente y con acento extranjero cómo teníamos que colocar la labor y nos ha montado el bastidor que venía desmontado. Muy amable y muy simpático (aunque en la foto haya salido un poco serio).
Y en este puestecito de estas conocidas torrellaneras me ha comprado mi tía un saquito con flores secas para perfumar los cajones. Os lo muestro también al final de esta entrada del blog.
En esta mesa, aunque no ha salido en la foto, había una mujer muy simpática también que nos ha explicado cómo hacían los caracolitos de fieltro que veis en la foto y las otras figuritas de la fotografía de más abajo. Un espectáculo de colores. No me he podido resistir y le hemos comprado un caracolito.
Y aquí vienen mis compras: el tapetito de encaje, que ha quedado estupendo en mi entrada debajo del elefante; el saquito bordado en punto de cruz con flores secas para perfumar los cajones; el bastidor para colocar mis labores de punto de cruz y poder confeccionarlas más cómodamente (eso espero); y el simpático caracolito de fieltro.
Espero que os haya gustado el paseo. A mí me ha encantado asistir a este encuentro y espero que lo continúen organizando y se convierta en una costumbre en nuestro pueblo.
Un saludo.
Un saludo.
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