Se han acabado las fiestas. Eso sí, nos dejan, como siempre, un buen sabor de boca. Os muestro aquí algunas de las calles engalanadas que han dado alegría y color a nuestros festejos.
C/ Clavel, Peña "Los Mojaos".
C/ Río Segura.
C/ Río Júcar, en su 30 aniversario.
Y, para terminar, os obsequio con esta poesía de nuestra convecina Conchi Izquierdo, que el pasado viernes participó junto con otros dos poetas y un pianista, si no me equivoco, en la Barraca Popular. Siento habérmelo perdido pero fue debido a que no se anunció bien. Espero que la próxima vez que Conchi haga algo en el pueblo se le dé más publicidad, para que podamos asistir todos los que estamos interesados.
Torrellano en fiestas
Como ninfa presumida
se desnuda,
se acicala,
se perfuma
y engalana,
y se viste de mujer enamorada.
Sus calles apacibles
y discretas,
se enaltecen
y alardean,
exhibiendo sus jardines
de tardía primavera.
Aceras y fachadas
se impregnan de color y fantasía,
mientras coquetas bombillas se engarzan,
fingiendo diademas de perlas finas.
Resurgen las barracas
cual Babeles de otros tiempos,
y cientos de guirnaldas las sombrean,
con sus gráciles cuerpos.
Vecinos de la villa se congregan,
tras el arduo preludio
de la fiesta,
y comen, beben y brindan,
y olvidan sus pequeñas diferencias.
La música y su acento almibarado
ambientan y amenizan la velada,
la luna también baila con los astros,
al son de la pachanga.
Y dan las tres,
las cuatro, las cinco,
y amanece
la orquesta ha sucumbido
y todos duermen.
Tracas, bombos,
platillos y trompetas
anuncian la mañana
y la llegada
de la Comisión Festera.
Salid a los balcones,
salid, salid a verlas,
semejan mariposas de colores,
las Damas y sus Reinas,
luciendo su sonrisa como un broche
de azúcar y frambuesa.
Concursos, mascletàs, degustaciones,
juegos infantiles y torneos,
hacen las delicias de mayores
y pequeños.
El desfile de disfraces
pone la guinda al festejo,
con su alborozo y donaire,
con su duende y con su ingenio.
En fin, así es Torrellano, amigos,
y así vivimos la fiesta,
pasad y divertíos,
la puerta está abierta.
Conchi Izquierdo.
Publicado en el Llibret de las fiestas de verano de 1997.
3 comentarios:
Hola, mcarmen, buenas tardes.
Ummm...
¿Sabes? Hasta aquí llega el olor a esas fiestas.
Me encantan las calles decoradas y esos papelillos de colores y el sonido que hacen por la noche cuando acaba de tocar la orquesta de turno movidos por la brisa a horas intespectivas.
Abrazos y besos, preciosa.
¡Ay!
Le he dado a enviar sin revisar y creo que escribí mal lo de las horas, en fin, intempestivas eso era lo que quería poner, jajaja
Más besos
¡Hola mar!
Qué bien tenerte por aquí :-)
Sí, la verdad es que es una gozada cuando tenemos ambiente festero. ¡Qué pena que dure tan poquito!
Espero que lleves bien el verano.
Un abrazo.
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