Publicado en El Crisol, nº 26, octubre-noviembre 2006.
viernes, 26 de diciembre de 2008
Nuestros queridos maestros
Publicado en El Crisol, nº 26, octubre-noviembre 2006.
martes, 9 de diciembre de 2008
Medallas dedicadas a nuestra Patrona
Todo fue preparado con muchísima ilusión y personalmente creo que el resultado ha sido muy satisfactorio; las medallas han quedado preciosas, y tienen, para los que nos sentimos torrellaneros, un valor sentimental incalculable.
Ofició esta solemne misa nuestro párroco Domingo García Guillén. La música y las voces corrieron a cargo del Cor de Cambra Santa María d’Elx y el Coro Parroquial de La Inmaculada de Torrellano, ambos bajo la dirección de Mar García Vicente. Éste ha sido el primer día que los dos coros de Mar han cantado conjuntamente y creo que el resultado ha sido magnífico. Como componente del Coro de la Inmaculada tengo que decir que la sensación no fue que cantábamos con un coro extraño sino que parecía que habíamos cantado siempre juntos, no sentimos extrañeza porque hemos sido educados en el canto por la misma mano. Era como si estuviéramos cantando como siempre pero más reforzadas, con más voces, con un resultado más bonito, más apoteósico. Gracias al Cor de Cambra d'Elx por sus voces y su cariño ese día y el día siguiente que también nos acompañaron. Muchas veces que nos podamos juntar.
Un bonito día para el recuerdo de un acto que nunca se había llevado a cabo en nuestro pueblo.
viernes, 5 de diciembre de 2008
Restauración de nuestra primera campana
Se trata de la primera campana que existió en Torrellano para congregar a sus feligreses. Situada en nuestra desaparecida ermita, quedó prácticamente inservible en tiempos de guerra. Con la magnífica labor de restauración que se le ha practicado, luce hoy brillante y renovada. Nos comunica nuestro párroco que dicha campana se utilizará a partir de ahora para congregarnos los días grandes, tales como la festividad de nuestra Patrona, en Pascua o en Navidad.
Fueron los padrinos de este solemne acto mis queridos amigos Manolo Espadas y su esposa Paqui Agulló. Gracias a los dos por recuperar para nosotros un elemento de nuestra historia que no merecía estar en el olvido, ya que son todas estas pequeñas cosas las que nos unen y nos dan identidad como pueblo.
Publicado en El Crisol, nº 39, diciembre 2008 - enero 2009.
miércoles, 26 de noviembre de 2008
Pedro Ángel Hernanz Celestén (Pintor)
La vida me brindó la oportunidad de conocer a don Pedro, Pedrito, como lo llamaba cariñosamente Dora, su adorable esposa. Pedro nació en Torrelaguna (Madrid) el 19 de mayo de 1930, pero vivió dieciocho años en Torrellano (desde 1977 hasta 1995, año de su fallecimiento) y fue muy conocido entre sus gentes. Muchos fueron los rincones del pueblo que reprodujo su pincel: la plaza san Crispín, la estación del tren, la calle río Segura, ese árbol tan característicamente nuestro que es el almendro… Compaginaba su labor como pintor y maestro con la de rotulista para empresas.
Recuerdo que comencé las clases de dibujo y pintura allá por el año 1986, cuando apenas contaba 10 añitos, y las continué durante cuatro o cinco años. Empecé con el dibujo artístico, continué con el dibujo lineal y terminé con la pintura acrílica y al óleo.
Al principio dábamos clase en la sacristía de la Iglesia, antes de la reforma, cuando todavía no había el despacho que hay ahora y todo era una sala que entonces me parecía enorme. Don Pedro extendía unas mesas plegables que traía en su furgoneta y allí nos daba las clases a niños y niñas de todas las edades.
Más tarde tuvimos que dejar la sacristía y, aprovechando el buen tiempo, Tonica García y Jaime Sempere, padres de Mª Victoria y Adrián (también alumnos de don Pedro), nos cedieron amablemente el porche de su jardín y allí dibujamos una temporada saludablemente rodeados de flores y plantas.
Finalmente, don Pedro montó una escuelita en un piso de la avenida de Segarra, en la misma escalera donde vivían él y su mujer, encima de lo que hoy es la tienda de piensos Rufo, que entonces era un taller mecánico. Era una escuelita muy acogedora, con un pequeño taller de pintura y dos aulas con pupitres, pizarras y unas paredes repletas de cuadros pintados por él.Muy especial para nosotros, sus alumnos, fue que nos permitiera participar en la exposición que hizo en el año 1987 en la sala de exposiciones que tenía la Caja de Ahorros de Alicante y Murcia en la avenida de Segarra (más o menos a la altura de lo que hoy es Calzados Juanita). Fue todo un lujo que junto a sus cuadros expusiera los nuestros, los de sus pupilos, y que todo el pueblo pudiera contemplarlos. Participaron también en aquella exposición mis primos Pedro Sabater, Rocío Rocamora y Rosa Mª Jerez; mis vecinitos Gustavo A. Tarí y Raúl Rebollo; Jorge y Eduardo Moragues, Mª Victoria y Adrián Sempere, Esteban Esclapez, Mª del Pilar Ruiz, Juan A. y Eva Mª Beviá, Francisco y Ana Esclapez y Antonio Soriano.
Al cabo de los años, mucho después de que dejara las clases de pintura, exactamente el día 8 de febrero de 1995, mi madre me dio la aciaga noticia… don Pedro había fallecido… me sentí verdaderamente triste porque es una persona a la que guardo muchísimo cariño. Hoy sus restos descansan junto a su Dora en la calle Santa Bárbara del cementerio de Torrellano. Cada vez que contemplo una bonita puesta de sol recuerdo los preciosos cielos que pintó don Pedro en vida y me imagino que también éste, si se puede, lo estará pintando desde allá arriba su alma de pintor incansable…
lunes, 24 de noviembre de 2008
El porqué del título
este cumpleaños
no es
mi verdadero
porque este alrededor
no es
mi verdadero
los cumpliré más tarde
en febrero o en marzo
con los ojos que siempre me miraron
las palabras que siempre me dijeron
con un cielo de ayer sobre mis hombros
y el corazón deshilachado y terco
los cumpliré más tarde
o no los cumplo
pero éste no es mi verdadero
“Cumpleaños en Manhattan” Mario Benedetti
Poemas del hoyporhoy (1958-1961).
Se empeñaba el poeta en no celebrar su cumpleaños en un alrededor que no era el suyo… Como él, yo también quiero pasar mis años en mi verdadero, en mi alrededor, “con los ojos que siempre me miraron, las palabras que siempre me dijeron, con un cielo de ayer sobre mis hombros”. Éste que aquí os voy a mostrar sí es mi verdadero… Retalitos de mi día a día, trocitos de mí, de mi gente, de mi pueblo... pedacitos de vida, porque la vida es justo eso: un haz de cosas pequeñas, como estos preciosos clavelitos que plantó mi padre, cosas que no por ser pequeñas dejan de ser maravillosas, maravillosas porque nacen del amor y maravillosas porque van a ser mostradas con todo el cariño del mundo.